Teobaldo Mieres, el hombre de los miles amores
Nancy Martínez
El periodista Argenis Ranuárez
Angarita, cronista del Municipio Juan Germán Roscio Nieves, cuenta que Teobaldo Mieres fue un hombre
genial que hizo vida en el Guárico, corazón de Venezuela, nacido en 1894 en Güigüe,
población del estado Carabobo al sur del Lago de Valencia. A San Juan de los Morros llegaría como
telegrafista en 1917, luego se enamoraría de la bella Isabelita Heredia, se
casaron y tuvieron tres hijas.
Como hijo adoptivo de San Juan
de los Morros, siempre brindó los encantos de su pueblo amado. Fue un hombre
especial, con su carácter jovial y siempre dispuesto a emprender empresas que
llenaron de entusiasmos a sus conterráneos.
Como periodista fue el fundador del segundo periódico que circulo
en San Juan, conocido como “Brisas del
Morro”. También fue dueño del único cine que había en la población, el Cine San
Juan ubicado en la Calle Real, que Mieres compró a un italiano –Antonio Bartolelli–.
Por la época, dicho cine era mudo, pero luego pasó a sonoro y finalmente al
cine parlante.
En el libro Entre Gigantes de
Piedra, Luis Loreto refiere
“Mieres
es el cine de San Juan. Sin preguntar, todos sabíamos que el mago que teñía la
pantalla de acciones en blanco y negro y que impregnaba el local de sonidos en
ingles era Mieres. Se rumoraba que Mieres y su familia tenían un palco privado
en su casa de habitación, contigua al cine, desde donde veían las películas. Yo
no lo creía así, ya que desde ese ángulo la visión era muy mala, todos los
personajes se ven altos y flacos, y el casi cuadrado cuadro se convierte en un
alto rectángulo.
Mieres,
ya con 71 años encima para la fecha de nuestro encuentro, lucía atlético. Por
las crónicas de Jesús Bandres me entere que fue el primero en llegar a la cima
del más alto de los morros, en 1921, en compañía de Juancito Rodríguez Mendoza,
el esposo de mi tía Ana Rita Loreto”.
Volviendo a la reseña de Ranuárez,
recuerda que Mieres también hacía actos de magia, promovía fiestas, tocaba
cuatro y guitarra, cantaba rancheras, e incursionó en política a comienzos de
los años cincuenta.
También el acucioso Aquiles
Silva, en su blog Tras la huella del Libertador,
cuenta que en 1929, en la noche del 24 de Junio, Mieres presta sus servicios
para la iluminación del faro sobre los Morros. Igualmente fue el modelador del
busto del Libertador de la primera plaza Bolívar, ante parque Alí Gómez,
situada donde quedaba el Parque Roscio, en la calle Mariño, cerca del antiguo
Mercado Libre.
“En
1964, Don Teobaldo Mieres, es el hombre de los miles amores, a pesar de sus
años, es un galán que canta y recita
poemas a las damas de San Juan, y publica su Canto a San Juan de los
Morros; luego lo tenemos como pintor, en
1967, “plasmando las ruinas de la casa donde se hospedaba el Libertador”, según
sus recuerdos de 1917”, apunta Silva.
Como un homenaje a este
ciudadano del Guárico, el Gobernador Don José Díaz Milano decretó la
construcción del Mirador Teobaldo Mieres, durante el año de 1976. El proyecto
de esta obra fue elaborado por el Ingeniero Nelson Arocha, quien para la fecha
era el Presidente de FONDER. El Mirador “Teobaldo Mieres” fue inaugurado en el
año 1978, por el propio Teobaldo, y el
discurso del acto fue pronunciado por la educadora Doña Elisa de Belisario.
Este acto contó con la presencia del
Gobernador José Ángel Hernández.
Sus
Actividades
Mieres escribió poesía
humorística e himnos militares, diseñó y ganó por concurso el escudo del
distrito capital Juan Germán Roscio, Sería además autor de una ofrenda a San
Juan, historia comarcana en versos, publicada en 1964 bajo el título “Canto a
San Juan de los Morros”.
Aunque eventualmente se
residenció en Caracas, por más de medio siglo recorrió más de 100 kilómetros
cada semana. Todo para poder combinar la vida familiar en la capital de la
República, con la bohemia en San Juan de los Morros. Después de todo, era buen
catador de vinos, amigo de la cerveza, ron y whisky, además de preparador de guarapitas
y muchas otras bebidas espirituosas.
En una pintoresca faceta,
Teobaldo Mieres fabricaba globos multicolores que lanzaba a los cielos en tiempos
de fiesta de San Juan y Navidad. En medio de gente que lo amaba, con aplausos,
en la iglesia o en las colinas de la estatua gigantesca de San Juan el
Bautista.
Mieres murió el 1 de abril de
1984, dejando un gran vacío en la vida local, en la cual destacó como poeta,
escritor, empresario y un hombre
dedicado por completo a la cultura de un pueblo, especialmente en la llamada la
“Tasca del Pueblo”, de la cual fue cofundador.
Todavía hoy se recuerdan las
ocurrencias de este hombre genial. Su voz cantando rancheras a todo pulmón, en
las ventanas, de madrugada, en las plazas, en casas de familia, en reuniones,
fiestas, encuentros y reencuentros; Teobaldo Mieres fue genial e Inolvidable.
Fuentes
Ranuárez,
Argenis. Artículo El Genial
Teobaldo, publicado en la revista Crisol de América.
Loreto,
Luis.
Entre gigantes de piedra. Equinoccio,
2005.
Silva, Aquiles. Blogspot Tras las huellas del Libertador. Link: https://n9.cl/ppw71
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